Partimos de las premisas que La Inteligencia de Negocio no va de cuestiones técnicas, sino que se enfoca en el comportamiento de los clientes, en ver los detalles de las interacciones en la sociedad, en descifrar sus hábitos para determinar una historia de vida, revelando las conexiones intrínsecas en el comportamiento de las personas y que se convierte en un complemento de la intuición y la experiencia de los profesionales que gestionan el negocio.